La pantalla táctil CrowVision 7” no solo cumple con mis expectativas, sino que las supera en varios aspectos. Es un dispositivo altamente recomendable para usuarios que busquen una pantalla táctil versátil, fácil de usar e ideal para una amplia gama de proyectos.
ELECROW ha tenido la amabilidad de hacerme llegar una pantalla táctil CrowVision de 7” para mi prueba de laboratorio a nivel usuario y, desde luego, la primera impresión ha sido muy buena.
Esta pantalla, que me impresiona por su diseño esbelto y su versatilidad para poder utilizarla en aplicaciones en sistemas de control, proyectos DIY, o, sencillamente, como monitor secundario.
A continuación, detallo los aspectos más relevantes de mi experiencia.

Primeras impresiones: embalaje y accesorios
El embalaje de la pantalla táctil CrowVision 7” merece reconocimiento. La pantalla viene protegida con materiales que aseguran su integridad durante el transporte.
Todos los accesorios necesarios están incluidos: cables HDMI y de alimentación, tornillería para montaje, transformador de energía y hasta un mando a distancia que facilita la interacción.
Este nivel de detalle simplifica la configuración inicial, permitiendo que incluso usuarios con poca experiencia puedan empezar a usarla sin complicaciones.
Conexión y compatibilidad
Una de las mayores fortalezas de esta pantalla táctil es su enfoque en la facilidad de uso. Su función Plug-and-Play elimina la necesidad de instalar controladores o software adicional, lo cual es una maravilla en cuanto a comodidad y pura lógica. Simplemente, conecté la pantalla a una antigua Raspberry Pi 3B (es un modelo de 2015) a través del conector HDMI, y en segundos estaba operativa, mostrando una calidad de imagen excelente.
La compatibilidad de la CrowVision 7” con múltiples sistemas de una sola tarjeta CPU (SBC) es otro punto muy importante a destacar. Durante mis pruebas, la conecté con diferentes dispositivos, como Banana Pi, LattePanda, BeagleBone, Jetson Nano e, includo un PC bajo Windows. En todos los casos, la integración fue impecable.
Además, su soporte para sistemas operativos como Raspbian, Ubuntu, Windows y Android amplía enormemente su campo de aplicación.
El esquema incluido para las conexiones es simple pero efectivo, y esto, me facilitó su rápida instalación. Otro punto importante para aquellos usuarios que no están familiarizados con configuraciones técnicas, normalmente complicada.

Calidad de imagen y rendimiento táctil
La resolución de 1024×600 en un panel IPS garantiza una visualización clara y con colores vivos. Los ángulos de visión de 178°, que realmente funciona, son ideales para aplicaciones donde varios usuarios necesitan ver la pantalla simultáneamente. Aunque no alcanza resoluciones Full HD, la densidad de píxeles es más que adecuada para la mayoría de aplicaciones.
La respuesta táctil es sobresaliente, me ha encantado. Incluso me da la sensación de ser mucho mejor que la pantalla táctil oficial de Raspberry Pi.
Así, su tecnología capacitiva multi-touch ofrece una sensibilidad precisa, incluso en tareas que requieren gestos complejos o interacciones rápidas. En pruebas con aplicaciones de dibujo y control, la experiencia fue fluida, sin retrasos ni imprecisiones.
Diseño y características adicionales
El diseño trasero metálico con estructura fija asegura una instalación robusta, algo crucial para entornos industriales o sistemas de control automatizados. Y la posibilidad de montar la pantalla en orientación vertical o horizontal agrega flexibilidad para diferentes aplicaciones.
Un detalle que considero muy bien pensado es el botón de apagado, que puede extenderse hacia un panel de control (también incluido en el embalaje) mediante un cable adicional. Esta funcionalidad es útil para integraciones en gabinetes o sistemas cerrados.
Además, el mando a distancia incluido aumenta la comodidad al permitir ajustes de brillo y encendido sin necesidad de acceder físicamente a la pantalla. Una idea brillante.
La pantalla también incluye puertos reservados para accesorios como altavoces, ampliando las posibilidades de personalización.
Por otro lado, es muy interesante el soporte del propio fabricante ELECROW para diseñar carcasas protectoras mediante impresión 3D permite adaptarla a necesidades específicas, ya sea para protegerla en entornos exigentes o simplemente para personalizar su apariencia.
Aplicaciones y conclusión
La pantalla táctil CrowVision 7” me ha demostrado ser una pantalla versátil y muy fiable durante las pruebas de laboratorio que hice.
Su compatibilidad con diversas tarjetas CPU y sistemas operativos, combinada con su fácil configuración y excelente respuesta táctil, la convierten en una elección ideal para aplicaciones como:
- Sistemas de control y automatización.
- Proyectos DIY que requieren una interfaz táctil.
- Monitores secundarios para ordenadores o consolas.
Aunque su resolución podría no ser suficiente para tareas donde se necesite una definición extremadamente alta, cumple con creces en aplicaciones generales.
El diseño robusto y las funcionalidades adicionales, como el botón de apagado y el mando a distancia, son un extra que pocos productos en este rango de precios ofrecen.
Mi más sincero agradecimiento a ELECROW por la oportunidad de probar una buena pantalla.
Finalmente, para más información o para adquirirla, mira en esta página del ELECROW con todos los datos que puedas necesitar.