Quien más, quien menos, todos hemos oído hablar de la Raspberry Pi, de la cual acaba de salir al mercado la segunda generación, la pequeña placa que consiste en un sistema informático completo en un dispositivo de tamaño muy contenido e indicada para desarrolladores. Pues bien, a esta le ha salido competencia, y es todavía más pequeña, aunque también menos potente…
En la mini placa para desarrolladores Black Swift de Kickstarter tenemos un SoC Qualcomm Atheros AR9331, microprocesador MIPS 24K de 32 bits a 400 MHz, un módulo de comunicaciones inalámbricas Wi-Fi 802.11n, un puerto USB 2.0, 64 MB de RAM DDR2, y 16 MB de ROM NOS Flash. Obviamente, con esta configuración, dicha placa no es válida para un sistema de sobremesa, pero si para aplicaciones de la Internet de las cosas (IoT).
Las dimensiones de esta mini placa para desarrolladores son realmente pequeñas, de 25x35x4 mm, y se alimenta mediante un cable microUSB de 5 V y, para usos profesionales, incluye un regulación de voltaje de +3,3 V y 1A, y +2,75 V y 300 mA. Con este tamaño, se asemeja a una moneda de uso corriente, con lo que incluso podríamos llevarla en el bolsillo sin ningún problema.
Como software utiliza OpenWrt, un Linux embebido diseñado para dispositivos como este para la IoT. Ofrece soporte para los lenguajes de programación C/C++, PHP o Python. Las opciones de configuración son accesibles mediante una interfaz web, lo que permite utilizar cómodamente un ordenador de sobremesa o portátil o, incluso, un dispositivo móvil (smartphone o tablet) para configurar el dispositivo.
Esta mini placa para desarrolladores no solamente es válida para el prototipado y construcción de dispositivos, si no que ya está preparada para formar parte del dispositivo final pues es una placa completamente funcional que no necesita de ningún periférico, módulo o añadido para realizar su función.
Creación de la nueva mini placa para desarrolladores
Como tantos otros proyectos de este tipo, vehiculados no a una empresa, sino a una comunidad de desarrolladores, Black Swift ha podido ser materializada gracias a una campaña de crowdfunding en Kickstarter, la cual ha conseguido mucho más que la cifra que se pretendía recaudar inicialmente.
Esta mini placa para desarrolladores del tamaño de una moneda no solamente utiliza software abierto sino que, además, también se apunta a la tendencia del open hardware, ya que el esquema de la circuitería estará a disposición de todo el mundo, lo que facilitará también su integración en los más diversos proyectos.