Pensadas para su uso en aplicaciones industriales y del sector automotriz, estos SSDs de alta densidad se encuentran disponibles en dos formatos de encapsulado.
Micron, fabricante especializada en productos de memoria volátil y de almacenamiento para uso industrial y de altas prestaciones, anuncia el lanzamiento de su nueva serie de unidades de almacenamiento SSD NVMe PCIe de alta densidad para aplicaciones de tipo industriales y del sector automotriz, la 2100AI/AT.
Esta nueva familia está basada en la tecnología TLC 3D NAND de triple celda con 64 capas, y se encuentra disponible en capacidades que van desde los 64 GB hasta 1 TB en encapsulados BGA, y desde los 256 GB hasta 1 TB en factor de forma M.2.
Es, además, la primera vez que Micron ofrece una unidad NVMe con interfaz PCIe para el sector industrial.
Así, dichos SSDs de alta densidad se dirigen, eminentemente, a los sectores aeroespacial y de defensa, ofreciendo cualidades de longevidad, fiabilidad, resistencia (son unidades rugerizadas), así como un rango soportado de temperaturas operativas extendido, y funcionalidades de protección de datos.
También disponen de funcionalidades específicas para las aplicaciones, como emulación de arranque, transiciones autónomas de energía o espacio de nombres (namespace). Precisamente esta última permite convertir una parte de la unidad SSD (o el disco entero) al modo SLC.
Además de disponer de un formato M.2, el factor de forma BGA permite ofrecer una alta resistencia (rugerización) que facilita la realización de aplicaciones industriales, con una capacidad de hasta 1 TB. El encapsulado tiene un tamaño de 16×20 mm.
La serie 2100AI resiste una temperatura operativa de entre -40 y +95 grados centígrados, mientras que la 2100AT puede trabajar a entre -40 y +105 grados centígrados.
Seguridad incorporada de última generación
Para dotar de una mayor seguridad a los datos almacenados, las unidades disponen de sistema de encriptación por hardware capaz de trabajar on-the-fly, así como de descarga segura del firmware, y borrado criptográfico.
Utiliza el sistema de protección del camino de datos, protegiendo estos a medida que circulan a través de la unidad SSD, dispone de protección ante pérdidas de potencia (protegiendo los datos durante los momentos que en que el disco deja de estar activo) y asegurando la integridad de los datos en el caso de que se pierda el suministro energético de forma inesperada.
Mejora los tiempos de arranque respecto a una unidad convencional, y también los tiempos de carga de ficheros de datos y aplicaciones, todo ello consumiendo menos energía.
